ROCÍO DE LA MISERICORDIA

TOLEDO, 11 Y 12 DE NOVIEMBRE DE 2016

Gracias a la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Toledo, por su calurosa acogida en la celebración de este importante acto de clausura del Jubileo de la Misericordia.

Después de haber estado en la Ermita en nuestra Peregrinación Extraordinaria, llenos de Rocío y Misericordia, nuestra Hermandad participó en el Rocío de la Misericordia, junto al Simpecado de nuestra Hermandad Matriz y a las 22 Hermandades del Rocío que llegaban desde varios puntos de España.

No era un sábado cualquiera, era el sábado del Rocío de la Misericordia, en un entorno lleno de arte y religiosidad donde nos invitaba a todos a meditar en la Misericordia de Dios y en la entrega desinteresada de todos los hermanos a todos aquellos que necesiten de nosotros, y todos bajo la unidad de la advocación de María Santísima del Rocío.

No hay una descripción exacta para definir este acto, será por el entorno, las calles, el gentío, pero parecía que estábamos en otra época, pero eso no nos importo para poder vivir ese hermoso e irrepetible día.

El viernes, todas las Hermandades con sus Simpecados e Insignias,  iban llegando al  Patio de Armas del Alcázar de Toledo, lugar mágico, para recibir al Simpecado de la Hermandad Matriz, allí se encontraban para acogernos la Hermandad de Toledo, quién nos dio las palabras de bienvenida, y su Hermandad madrina de la Palma del Condado,  se sentía la presencia de nuestra Blanca Paloma y de su Pastorcito Divino, se palpaba en nosotros la presencia del Espíritu Santo.

El sábado a las 16:30 horas, tenía lugar la apertura oficial de los actos con el saluda del presidente de la Hermandad Matriz de Almonte y del presidente de la Hermandad de Toledo comenzando posteriormente la magna procesión  de todas la Hermandades por los hermosos rincones de la ciudad de Toledo, hasta llegar a la Puerta Santa (Puerta de los Reyes)de la Catedral Primada, con motivo del Año Jubilar extraordinario de la Misericordia

Siempre se nos llena la boca al hablar de nuestros pequeños tamborileros, que en este acto brillaron por encima de todo. Aún con su corta edad no se quejaron en ningún momento, tanto en el camino de ida como en el de vuelta nos deleitaron con sus toques por sevillanas e  hicieron cantar a los peregrinos por las calles emblemáticas de Toledo. Gracias a Guille, Manuel y Alba que nos abrieron camino hasta la Catedral al son de sus gaitas y tamboriles, pero no nos olvidamos de nuestra pequeña Cayetana que aún estando malita no se aparto de sus compañeros…

Sobre las seis de la tarde llegamos a la Catedral donde cada Simpecado e Insignias y las Juntas de Gobierno iban ocupando sus sitios, hasta la llegada del Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte.

Una vez que todos habían ocupado sus sitios en la Catedral,  comenzó la celebración eucarística presidida por el Arzobispo de Toledo  D. Braulio Rodríguez Plaza, y cantada por el coro de de la Hermandad del Rocío de Toledo.

Terminada la Eucaristía,  las Hermandades retomaron el camino de vuelta al Alcázar donde nuevamente nuestros tamborileros  hicieron corrillo junto con los tamborileros de la Hermandad de San Sebastián de los Reyes y Madrid- Sur al son de la Salve, y así  nos hicieron más corta la espera hasta la llegada de la Hermandad Matriz de Almonte.

Por último  se culminó con el canto del Salve Madre.

Posteriormente cada Hermandad recibió de la Hermandad de Toledo una placa conmemorativa del acto.

Una vez más las calles llenas de Rocío, gracias a la Hermandad Matriz de Almonte, por hacer posible estos actos en nuestras ciudades que hacen que la devoción mariana en la advocación de Ntra. Sra. del Rocío, crezca en nuestros entornos, un Iglesia en salida llena de amor y misericordia.

Gracias a todos los rocieros que allí estuvimos y que juntos hicimos,  Rocío y Misericordia.

Gracias a ti, María Santísima del Rocío por dejarnos vivir estos momentos.