DÍA 20 DE MAYO

Este día los hermanos se acercaron en un autobús, una vez allí colocaron las mochilas y sacos de dormir en las carriolas, la salida dio su comienzo dando una vuelta por las calles de Trigueros y se inició el camino hacia el Rocío, después preparar las tiendas donde poder descansar esa noche por la noche hubo una convivencia extraordinaria y todos unidos, aunque cansados, a cobijo se convirtieron nuestros rezos en cante haciendo una noche inolvidable, diciéndole a nuestra Señora que ya estábamos cerca para verla.

DÍA 21 DE MAYO

La Hermandad se levanta temprano al son de pito y tambor, costumbres de despertar a los peregrinos en los caminos del Rocío, y así  poder seguir el camino hacia la Virgen, pero no fallaban las fuerzas, cerca de la Señora y su Pastorcito Divino, se presentaron como es costumbre delante del Simpecado de Trigueros dándole esos vivas que salen del corazón y que le dicen que ya estamos allí.

DÍA 23 DE MAYO

La Hermandad se levanta y sus hermanos se ponen sus mejores galas, se van a presentar delante de la Hermandad Matriz, ante Nuestra Señora,  con su Hermandad Madrina, ese acto es puro sentimiento porque un año más estamos allí con nuestra Lágrima, presentándonos ante nuestra Pastora.

DÍA 24 DE MAYO

La Hermandad tiene uno de los actos más importantes de nuestra peregrinación al Rocío, la Misa de Romeros, donde están presentes  todas las Hermandades. Por la noche fuimos al Santo Rosario, allí se congregan todas las hermandades para rezarle a ella,  es el preludio de su salida de la ermita  para encontrarse con sus fieles.

DÍA 25 DE MAYO

Sobre las tre y media los almonteños saltan la reja para poder llevarla y realizar la procesión  y visitar a las Hermandades que han ido a la Romería de Pentecostés, es la noche grande ya está en la calle, donde el amor y la fe flota en el aire, los suspiros, anhelos y peticiones se mezclan con  el fervor más intenso cuando todo es rocío donde se para el mundo para que sólo exista ella y su hijo.

Sobre las 13 horas se recogió la Virgen y con ella se queda un trocito de cada corazón y  llena de plegarias, estaba hermosa, reluciente, mostrando en sus manos a nuestro pastor. Nos llevamos esa imagen de vuelta para recordarlo a lo largo de todo un año hasta volver poder verlos de nuevo.