La Hermandad participa un año más en la Festividad de la Virgen de la Almudena

El pasado 9 de noviembre, nuestra Hermandad tuvo el honor de participar, un año más, en la celebración de la Festividad de Santa María la Real de la Almudena, Patrona de Madrid.

Nuestra Hermandad estuvo representada por el Vocal Delegado de Culto, D. Manuel Velázquez Maestro-Muñoz, y el Fiscal, D. Francisco Girón Serrano, quienes, junto a un grupo de hermanos, asistieron a la Santa Eucaristía en honor a la Virgen, respondiendo a la invitación que cada año se nos hace llegar para acompañar a la Archidiócesis de Madrid en tan significativa solemnidad.

La Eucaristía fue presidida por el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. José Cobo Cano, Cardenal Arzobispo de Madrid, y concelebrada por los cardenales Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos Osoro y Emmo. y Rvdmo. Sr. D.  Antonio María Rouco Varela, Cardenales y Arzobispos eméritos de la diócesis.

Entre las autoridades civiles presentes destacaban el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, D. Francisco Martín Aguirre; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Dña. Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de la ciudad, D. José Luis Martínez-Almeida, quien renovó el tradicional Voto de la Villa a la Patrona de los madrileños.

Durante la homilía, el Cardenal Arzobispo recordó que «encontrarse de nuevo a los pies de la Virgen es siempre una oportunidad de hacer camino juntos», subrayando que, en este Año Jubilar, la esperanza y la alegría son dones que todos necesitamos alimentar en nuestro día a día.

Tras la celebración, Nuestra Señora de la Almudena recorrió las calles de Madrid portada por los anderos de Jesús el Pobre, acompañada por una multitud de fieles que quisieron rendirle su amor y devoción. En este emotivo momento, nuestro Alcalde de Carretas D.Carlos Sanz tuvo el privilegio de portar a la Señora, gesto que llenó de orgullo a toda nuestra Hermandad.

Desde estas líneas, expresamos nuestro agradecimiento a la Archidiócesis de Madrid por su invitación y por permitirnos compartir tan entrañable jornada de fe y devoción a nuestra Madre, Santa María la Real de la Almudena.

Que Ella, bajo su dulce advocación, nos guíe siempre en el camino de la esperanza y la alegría cristiana.