PEREGRINACIÓN EXTRORDINARIA DE LA HERMANDAD E NTRA. SRA. DEL ROCÍO LA ESTRELLA
Santa Misa de la Peregrinación Extraordinaria anual de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de la Estrella, en el Santuario de Ntra. Sra. del Rocío. La Santa Misa se celebró el día 5 de noviembre, a las 9:00 horas en el Santuario de Ntra. Sra. del Rocío.
Nunca es un año cualquiera, ni un noviembre es más, cuando nuestra Madre del Rocío nos llama a estar en su presencia. Como peregrinos y postrados a sus plantas, cada momento es distinto, diría que hasta mágico e inigualable, instantes que no pasan por nuestra vida como indiferentes, no existe un vacío en ellos, nunca son momentos perdidos que disipa el tiempo.
Personalmente llego a la Aldea y ya siento que el momento de verla está cerca, eso se lleva dentro y lo siente quien la anhela. Comienzo a poner cada cosa en su lugar para cuando me enfrente a su presencia, poder decirle y explicarle todo lo que he ido guardando para ese instante. Como casi siempre, y ya son muchas veces, cruzo la puerta de la Ermita y quiero comenzar y no puedo, se hace el silencio y todo lo que había preparado en mi interior se vuelve borroso, las páginas que había escrito para Ella, de oraciones, de peticiones de amigos y personales, de acciones de gracias etc. etc. se van desvaneciendo….todo desaparece momentáneamente para que nada se cruce entre nuestras miradas, agarrado a la reja se para el tiempo y es en ese silencio donde puedo escucharte Santa madre del Rocío, donde bajas de tu Trono y a tu lado me llevas, al lado del Pastorcito, divinidad suprema. Allí es donde me “desnudo” y se ven mis miserias, para que esconder mis penas, si bien sabes donde anidan, donde duermen mis tristezas; Gracias que las despiertas y con ellas te quedas, liberando así mi alma de ventiscas y tormentas. Sublime momento que termina con toda incertidumbre, que vuelve a activar el reloj y los segundos de nuevo cuentan, segundos que me devuelven a esta vida terrena, me llevan a ese frenesí cuando entre por la puerta, de encontrarme junto a Ella, de ver su bella estampa, de un año más, poder ver a mi Reina, a la Patrona Almonteña.
Así comenzó un fin de semana donde llegué en una Estrella, una Hermandad madrileña, que tu amor has puesto en ella y así será hasta que Tú quieras. Entre rezos, oraciones, plegarias y bellas canciones, pudimos rezar el Rosario y la Santa Misa celebramos, ¡¡¡en tu Ermita, vaya privilegio para estos humildes rocieros!!!.
Nunca es un año cualquiera, ni un noviembre es más, cuando puedes vivir y compartir tu fe en fraternidad, con todos los hermanos que forman la Hermandad.
Agradecer a todos los hermanos que han acompañado a la Hermandad y a todos los que por diferentes motivos no han podido hacerlo y han rezado porque todo saliera bien. A todas las empresas que colaboraron con la Hermandad haciendo más sencillo nuestro viaje y estancia.
Ofreciéndonos su cercania, ministerio, cariño y afecto agradecemos a los Sacerdotes, Rvdo. P. D. José Luengo Coloma, nuestro Consiliario, que nos acompañó durante todo el fin de semana, y ofició los misterios del Santo Rosario y la Santa Misa, al Delegado de Hermandades de la Archidiócesis de Madrid, Rvdo. P. D. Ángel Miralles Sendín, que nos visitó en nuestra casa y compartió la cena del sábado con toda nuestra Hermandad y representación de otras Hermandades amigas, y al Rvdo. P. D. Francisco Martín Sirgo, que nos abrió las puertas del Santuario y se ofreció en todo momento con mucha estima y aprecio. A las Hermandades del Rocío de Madrid, Córdoba, Bruselas, Las Rozas y Collado Villalba, que también compartieron muchos momentos junto a la Reina de las Marismas y a nuestros hermanos; a nuestros hermanos de la Hermandad del Rocío de Almonte, nuestra Hermandad Matriz, que en todo momento nos expresaron su aprecio, amistad y ayuda en todo lo que necesitamos.
Y por último a nuestra Hermandad Madrina del Rocío de Trigueros, que una vez más, están junto a nosotros acompañándonos en cada momento, dando fe y testimonio del verdadero amor que tienen por La Estrella, su ahijada. Aún más si cabe, en unas fechas fatídicas y de duelo. Quiso nuestra Madre acompañar a un gran rociero hasta las Marismas del Cielo. D.E.P. D. Antonio, nuestro hermano Triguereño. Nuestro pésame más sincero para toda la familia, un hombre que siempre apoyo y nos guio por los senderos, que nos llevan hasta Ella, entre eucalipto y romero. Como Hermano mayor que fuiste, nos acompañaste y custodiaste nuestro sueño, un sueño que une el Simpecado de tu pueblo, en una carreta de plata y a su ahijada madrileña. Hermano Antonio, que tus caminos sean de Luz y pronto te encuentres con el Padre, familiares y amigos rocieros, este es nuestro deseo y así rezamos por ello.