SANTA MISA EN LA ALMUDENA
Qué alegría despertarnos con tantos halagos, pero de verdad es el Señor quien actúa en nuestras vidas, bien lo sabéis ya, no seríamos capaces de hacer todo lo que sucedió en el día de ayer, sino fuésemos acompañados de nuestros Padres del cielo. Todo lo pueden, devuelven el ciento por uno. No nos gusta repetirnos pero no hay otra. “Subió al monte y eligió a los que el quiso” porque “Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos”
¡¡¡No sabéis cuanto amor vi en vuestros ojos ayer!!!!, creemos que la comida era lo de menos, ni comimos casi, el alimento era otro el que hoy saboreamos , con tanto gusto.
No paramos de dar gracias a Dios por trabajar con cada uno de vosotros.
Vimos una Eucaristía inolvidable, en un templo majestuoso y nuestro venerado Simpecado con Ntra. Virgen del Rocío en el Altar Mayor. Hermanos en Cristo y hermanos en el Rocío. Vivas que volaron hasta esa tez morena.
El coro espectacular, llevando sus rezos con bellas canciones, hasta la Patrona de Madrid aplaudió en la comunión.
Tambores y flautas rocieras por el barrio del Chotis, por la Almudena, acercándonos a nuestros pensamientos, la romería, la ermita y las arenas.
Familias enteras juntas y disfrutando, amigos que se reencontraron, niños disfrutando, Parroquia y hermandad ¡¡¡Unidos!!!, recuerdos y anécdotas que se cortaban con cuchillo y tenedor, “bebimos” bonitas letras de canciones rocieras y bonitos acordes de guitarra, hasta llegar a embriagarnos de ellas.
¿¿¿No está Dios en todo esto???
No podemos estar más dichosos de sentiros cerca. Vuestra Ilusión es nuestro motor y así es como hemos queremos llegar a nuestros hermanos, con la luz de Cristo en nuestra vida, y acunados por nuestra Madre María en su advocación de Virgen del Rocío.
Los problemas, las decisiones, los nervios se fueron de un plumazo cuando llegaron el cariño, los besos y los abrazos.
Solo me quedo algo amargo, no estábamos todos, pero seguimos rezando porque Dios quiera juntarnos un día en plenitud, con este Amor que respiramos.
Os felicitamos y os aplaudimos.
Sigamos caminando por la senda de la concordia, la misericordia, la alegría, la crítica, el Amor de Cristo resucitado, María Virgen Madre del Rocío, y el Espíritu de Amor.
Que no se rompa el vínculo, la unión nos hará fuertes.
GRACIAS por llevarnos y acercarnos a mirar nuestra vida, desde los ojos de Cristo.
Abrimos el corazón y sus ventanas y desde ahí os lanzamos un Te Quiero a todos, recibirlo como nosotros hemos recibido los vuestros.