Gran día de convivencia rociera, junto a nuestros hermanos en el Rocío y amigos de la Hermandad del Rocío de Segovia.  

A la llegada de nuestros dos autobuses, que desplazamos para este acontecimiento, nos estaban esperando su Presidente y Junta de Gobierno, dándonos una gran bienvenida,  tenían preparada la visita a la ciudad de Segovia, Patrimonio de la Humanidad, donde ellos hicieron de cicerones enseñándonos las partes más importantes de la ciudad. Se recorrió, La Judería, se vio el valle del rio Eresma, la muralla que rodea la ciudad, donde se puede admirar unas vistas muy hermosas (en la muralla se reflejan las diferentes culturas que convivieron en la ciudad), el Alcázar, edificado en el siglo XI sobre los restos de una fortaleza romana, es como un castillo de cuento de hadas y su bella Catedral, última construcción del gótico tardío. Al finalizar el recorrido llegamos a la Iglesia de San Sebastián, una iglesia antigua,  muy bonita, con un gran retablo, donde la Hermandad del Rocío de Segovia, guarda su venerada imagen de nuestra Titular, la Virgen del Rocío, preciosa talla.

 Se celebró en la Iglesia de San Sebastián la santa Misa, oficiada por el Consiliario de la Hermandad del Rocío de Segovia, fue una Eucaristía para recordar, la entrada de nuestros pequeños tamborileros, que dieron comienzo a la Procesión dando entrada al Guion de la Hermandad del Rocío de Segovia, precediendo al Simpecao de la Hermandad del Rocío La Estrella de Madrid. Las bellas canciones que el coro de nuestra Hermandad “Camino y Rocío”, la gran homilía que dio el Consiliario, diciendo que las Hermandades rocieras tienen que compartir, convivir en la fe y amar a los demás, como en todo momento nos enseñó el Pastorcito Divino, Hijo de la Blanca Paloma, y que hay que realizar los caminos, en cada momento de nuestras vidas, según sus preceptos. Al terminar los Presidentes se intercambiaron unos presentes para conmemorar el acto.

Al término de la Santa Misa habían preparado un restaurante donde compartimos unas magníficas viandas, los manjares de las tierras segovianas, y se realizó una convivencia entre las dos Hermandades, hubo cantes y bailes en honor de la Venerada Virgen del Rocío y su Hijo, el Pastorcito Divino.

Al finalizar se visitó el Acueducto de Segovia, el mejor conservado de todos los construidos por imperio romano, la Hermandad del Rocío de Segovia nos acompañó a los autobuses dejándonos una despedida emotiva.

Desde estas líneas felicitamos a su presidente D. José Manuel Ansoleaga Gil, a su Junta de Gobierno, y a sus hermanos por la acogida recibida. Habéis dejado el listón muy alto, nuestra Hermandad intentará estar a la altura cuando vengáis a visitarnos. También damos las gracias a la Hermandad del Rocío de las Rozas, que nos acompañó en este día tan entrañable. Gracias a nuestra Madre María Santísima del Rocío, y al Pastorcito Divino, motivo de nuestro encuentro, que fueron nuestro motor, nuestra guía y la unión entre las tres Hermandades.