El domingo, día 22 de abril,  tercer día de Triduo, no pudo salir nuestra carreta porta-Simpecado por las dificultades y normativas que puso la Concejalía del Distrito de Puente de Vallecas de Madrid, pese a intentarlo varias veces como años atrás, la negativa fue una vez más la respuesta y las posibilidades que ofrecen fuera de nuestro capital social que obtenemos de las cuotas de hermanos. Este acto es el símbolo de la salida a la Aldea del Rocío, para ver a la Blanca Paloma y mostrar nuestra fe, emprender nuestro camino, que es camino de vida, de esperanza y de hermanamiento.
La Santa Misa  fue oficiada por el Vicario de los Misioneros Oblatos de Madrid, Rvdo. P. Carlos Huete.​

Sus palabras  referidas al Evangelio dominical, referente al Buen Pastor, nos refirió que Buen no significa bueno, sino único Pastor que debemos seguir, que nuestro camino es seguir los consejos que su Madre nos da en nuestra vivencias diarias para poder llegar a Él. Se vio su gran devoción mariana que profesa. El que dio la vida por nosotros fue Jesús y su Madre le siguió en todo momento, ese es nuestro camino que la Virgen María nos indica para llegar  a su regazo donde está el Pastorcito Divino. Gracias  Rvdo. P. Carlos Huete por esta bella enseñanza.

A continuación, en los salones parroquiales, tuvo lugar la convivencia entre todos los hermanos de la Hermandad y acompañantes, degustando el tradicional potaje rociero, que fue compartido por todos los asistentes en un gran ambiente de Hermandad con conversaciones y comentarios referentes al Rocío, como no podría ser de otra forma. Seguidamente y como es costumbre, al finalizar la comida y para animar el buen ambiente que ya reinaba, se cantaron plegarias y sevillanas a la Blanca Paloma recordando las candelas que se realizan en el camino hacia la Ermita.

Gracias a todos por acompañarnos, que Dios os bendiga y la Virgen os acompañe y os guie.

¡¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!!! 
¡¡¡VIVA EL PASTORCITO DIVINO!!!
¡¡¡ QUE VIVA LA MADRE DE DIOS!!