El sábado, día 9 de OCTUBRE, a las 19:30 horas, se celebró la Santa  Misa de acción de gracias de despedida  como párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia,  el Rvdo. P. D. Enrique Pérez Bañón, ofició esta Santa Misa antes de su marcha hacia otro lugar para seguir llevando el apostolado que el Señor le encomendó. Esa gran obra que un día comenzó, él comenta que es lo que él decidió, algo parecido a lo que ya nos dejó escrito San Pablo: “Para mí, la vida es Cristo“.

Los hermanos de esta Hermandad opinan que ha sido para ellos, no solo un Director Espiritual, sino un obsequio que ha dejado una marca altruista, misericordiosa y prudente en nuestra Hermandad, esto no termina con su marcha, aunque este lejos de nuestra Sede Canónica, estaremos espiritualmente unidos, como hemos estado durante este tiempo pasado. Las homilías, conductas  y gestos perduraran entre los hermanos, y que esta Hermandad estará siempre dispuesta a acogerle, a respaldar y consultar como hasta ahora hemos hecho, usted no es un forastero que viene sino un amigo que vuelve, aunque pasen los meses y quizá años. Parta contento tranquilo y feliz, el Señor le envía a propagar su palabra, Jesús y su Madre en la advocación de la Virgen del Rocío le ayudaran a extender la semilla evangelizadora que lleva dentro para que crezca en otros terrenos, sabemos aquí el amor que pone cuando planta esa semilla para que agarre en los demás y florezca una flor de fe al Señor.

Los hermanos tienen la idea clara quieren lo mejor y que su nuevo destino le haga agrandar como discípulo de Dios y que sus éxitos donde los consiga, serán también un poco nuestros. Estas palabras no son un adiós sino “SIEMPRE HABITARAS DENTRO DE ESTA HERMANDAD”.