El domingo, día 23 de mayo,  fiesta de Pentecostés, al no poder la Hermandad estar en la aldea del Rocío celebrando la Santa Misa de Romeros, como pidió la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, que se celebraran las Hermandades una Misa en sus Sedes Canónicas y así lo decidió la Junta de Gobierno de la Hermandad. La Santa Misa comenzó con los cantos del coro, que bonito quedaron los acordes que sonaron. La Eucaristía  fue oficiada por el Consiliario de la Hermandad, Rvdo. P. D. Enrique Pérez Bañón. Sus primeras palabras se refirieron título de este año Rocío de Esperanza, la esperanza que nos trae el Señor a través de la vacunaciones o la caída  de caos de contagio, pero también está lo contrario habiendo todavía defunciones, lo que nunca debemos de perder la esperanza y dar gracias a Dios y eso se lo hacemos  a través de la Blanca Paloma, Ella intercede por nosotros ante Dios para que derrame sobre nosotros el Espíritu Santo en un nuevo Pentecostés, este lo celebramos el día de Pentecostés pero como dice la Salve de la Hermandad es como si estuviéramos allí, siempre teniendo la esperanza de poder otra vez llegar a celebrarlo en la Aldea del Rocío. Nosotros le pedimos al Señor muchas cosas a través de  Virgen María y dentro de la Iglesia Universal, todos los cristianos hablamos diferentes lenguas pero nos entendemos, unos hablamos en las parroquias, otros en las Hermandades, etc. El Señor llega a nosotros de muy diferentes formas, Él sabe tocar lo más profundo del corazón, sabe tocar nuestras emociones, para poder llegar a comprender lo que debemos hacer en el  camino de esperanza para poder llegar a verle junto a la Virgen del Rocío como otros hermanos que ya han llegado a la Marisma Eternas y disfrutan con Ella en ese Paraíso Celestial.